Todo empezó como un juego. Como siempre empiezan estas cosas. Un grupo de chalaos por la música, los deportes y las mujeres se enzarzan en discusiones bizantinas sobre canciones, sistemas de votación, ordenación, y todas esas fruslerías. Una buena excusa para repasar algunas de las mejores canciones (en español o alguno de los otros idiomas estatales) de todos los tiempos.
álbum: "La leyenda del tiempo" LP año: 1979 Sello: Philips
"Volando voy, Volando vengo, Por el camino, yo me entretengo"
Palmas, percusiones, flautas. Alegría, joder, que estamos de fiesta. Pero no una fiesta cualquiera. “La Leyenda Del Tiempo” le sirvió a Camarón para situarse en el cielo de los artistas cuya huella trasciende géneros, épocas y fronteras. Y dentro del disco, “Volando Voy” era la rumba de la felicidad, enamorarse de la vida “aunque a veces duela” y tratar de “merecer la flor de la noche”.
Kiko Veneno le descubrió a Camarón la alegría, y no tan solo a él, sino a todos los que han cantado alguna vez dicha joya, desde los rumberos barceloneses hasta Jonathan Richman.
Tal y como la historia musical española escribió, “La Leyenda Del Tiempo” fue un disco que causó inicialmente extrañeza entre su público más fiel. Los flamencos más puristas llegaron a devolver el disco y las ventas se resintieron. Pero pasado un tiempo, Camarón, el disco y la canción volaron hasta lo más alto. autor:Jordi Trenzano
álbum: "Sin documentos" (LP), también disponible en single promocional año: 1993 sello: Dro East West / Gasa (Warner)
"Déjame atravesar el viento sin documentos, que lo haré por el tiempo que tuvimos... Porque no queda salida, porque pareces dormida, porque buscando tu sonrisa estaría toda mi vida."
No sé si será cuestión de un complejo de inferioridad congénito, o la consecuencia de muchos años de dictadura, pero el rock en castellano siempre ha acusado, en la mayoría de los casos, de una falta de identidad, de un exceso de mimetismo y de una mirada demasiado obtusa (tanto para bien, como para mal) hacia el rock anglosajón. En Argentina siempre supieron hacer valer mejor su amor propio, su identidad, y probablemente su encarnación de aquel movimiento de nacimiento marcado ligeramente por esos complejos, aunque también por necesidades, llamado “rock en español”, resulto más creíble y sólida que su paralelo en España, más marcado por las listas de ventas y la búsqueda de una masa de público potencial.
“Sin documentos”, single máximo de la tercera entrega discográfica de Los Rodriguez, ese supergrupo que formaron los dos guitarristas de Tequila (sirva esto como protesta por su no aparición en esta lista) Ariel Rot y Julián Infante, y Andrés Calamaro, con la base rítmica de Germán Vilella y Daniel Zamora, es un claro ejemplo de lo comentado. Una canción cuya base es una rumba arrabalera, que destila ese acento pasional arrastrado por la chulería tan característica del macho hispano, y en la que se pueden encontrar también rastros del tango, pero que acaba reencarnada en una canción rock.
Y ahí es donde reside su maestría. Es rock, y podemos oler a Dylan y a The Rolling Stones de lejos, pero lo que inunda nuestra nariz (y nuestra oreja) es una redefinición de sus parámetros hecha con el carácter de una cultura que arrastra muchas vidas e historias detrás de si, remozada con un estribillo grandioso (¿no es toda la canción un maravilloso estribillo en sí?), unas guitarras insolentes y un Calamaro disfrutando de uno de sus mejores momentos compositivos. Porque hacía falta identificarse en aquellas canciones, y hacía falta la urgencia del rock, y en aquellos entonces se luchaba por un poco de la esencia de Dylan, su transformación eléctrica y su naturaleza rebelde, pero el punto de partida estaba en Serrat, Los Brincos o la rumba catalana en vez de en Pete Seeger, Woody Guthrie o Chuck Berry. Y sin duda, Los Rodriguez, fueron uno de los pocos que lo consiguieron, y “Sin Documentos” es uno de sus momentos cumbre. ¿Queda muy mal si termino estos párrafos con un “olé”? Che, pibe, pues olé. autor:Jesús Sáez
"Podriamos decirnos cualquier cosa, Incluso darnos para siempre un siempre no, Pero ahora frente a frente aqui sentados, Festejemos que la vida nos cruzó"
Julieta Venegas tiene algo. Sus letras no pretenden epatar, ni buscan ningún tipo de poesía. Pero disfrutan de una honestidad, una cercanía y una sinceridad que emociona. Sus canciones no lloran por esos arreglos impactantes o por esos quiebros en sus estructuras que tanto gustan al oyente exigente. Pero se pegan a la oreja como cerumen gran reserva. Y perdonen la expresión.
“Andar Conmigo”, resultado de su colaboración en el disco “Sí” con Coti Soronkin, es el ejemplo más palpable de la Julieta más feliz, vigorosa, que disfruta del estado de euforia propio de un enamoramiento inminente, y lo grita en cada estrofa con más energía que un tazón de chococrispis. Lo importante no es lo que será sino lo que es ahora. Y ahora es urgencia.
Hecho, es simple, pero a veces me pregunto como a esta mejicana se le ocurrió comenzar con esa estrofa de aliento romántico y romperla con un estribillo a ritmo de reggae. Y cómo consigue que a la segunda vez que la escuches ya la estés cantando irremediablemente. Cómo consigue que algo aparentemente intrascendente, acabe tocando bien adentro. Sin pretensiones. Sin aspavientos. Directo a la melodía. ¿Acaso no debía ser eso el pop? autor:Jesús Sáez
"Com un record d'infantesa sempre et recordaré a tu, Teresa, ballant el vals."
Cuenta la historia reciente alcoyana que Teresa era una mujer que vivía en una cueva de la “muntanya”, sola y enloquecida a raíz de un bombardeo franquista durante la guerra civil. Dicen que únicamente solía llevar como vestido un pañuelo atado al cuello y un camisón.
Teresa era desinhibida y transgresora. En ocasiones le gustaba salir a pasear y cogerse del brazo de algún hombre que estuviera por la calle. Entonces, éste se veía obligado a andar durante un rato con ella, con una mezcla de apuro por el qué dirán (en aquellos tiempos era peligroso estar con ciertas compañías por temor a represalias) y orgullo por llevar del brazo a tan bella mujer. Y es que Teresa, a pesar de su aspecto descuidado, era muy atractiva.
También era habitual verla rodeada de niños, que la seguían a todas partes para que les contara lo que los mayores no les querían explicar. Ovidi Montllor, el cantautor alcoyano con más talento y recursos artísticos que ha habido, era uno de esos niños. Aquí realiza un sentido y muy emotivo homenaje a una mujer que los chavales adoraban, y que los poderosos despreciaban porque Teresa nunca se sometió a sus reglas. Igual que Ovidi. autor:Jorge Royo
disco: "Nidea EP" año: 1997 sello: Elefant Records
"Tan solo tienes que pensar en ser otra vez una persona normal que quiere aprender para poder enseñar"
Eran otros tiempos, todavía escuchábamos la radio y le pedíamos las maquetas directamente a sus autores. Tras sonar asiduamente y quedar en los más alto de las listas de maquetas en el Discogrande de Julio Ruiz y en el Viaje a los Sueños Polares de Luis y Joako, justo hace 10 años, en marzo de 1997, el grupo de Estrella y Arturo se metía en los estudios Box para grabar su primer EP, con Alejandro Díez (Los Flechazos/Cooper) a la producción.
Probablemente no sea su mejor canción, después vendrían discos mejor compuestos, tocados y arreglados, pero le guardo especial cariño por haberla visto crecer y por cómo les funcionaba en directo (me viene a la memoria un concierto en Alicante, junto a unos también primerizos La Habitación Roja ¡el indie había llegado a nuestra ciudad!).
Siempre he pensado que les iría mejor si Estrella cantara más canciones pero, qué coño, a unos tíos a los que les gustan los Teenage Fanclub tanto o más que a mi casi se les perdona todo. autor:Carmelo Simón
álbum: "Llegará octubre" año: 1987 sello: Nuevos Medios
"Los niños del pantano ya no amontonan más carbón 'Somos humanos', dicen, y escriben versos al amor"
Arpegios de guitarras que se cruzan, bajo y batería que entran in crescendo, saxo que subraya la frase y la personalísima voz de M.A. García que entona unas letras con una lírica sólo al alcance de un poeta.
El Pecho de Andy, banda toledana de efímera vida de mitad de los ochenta, grupo maldito por antonomasia, facturaba un pop que no estaba de moda en aquellos años hedonistas de la movida (aunque sí en Inglaterra: señálese Echo and the Bunnymen como unos posibles referentes). Pero, claro, tampoco Toledo estaba exactamente donde se cortaba el bacalao.
Eso probablemente provocó que no tuvieran apenas repercusión. Sin embargo, en aquellos maravillosos años en los que un amigo te grababa una cinta de un disco tan difícil de encontrar era posible que un grupo del que no sabías apenas nada se instalase en tu corazón y siguiese siendo veinte años después uno de tus grupos favoritos. autor:Pedro Blasco
disco: "Soy transparente" (7", EP, CDs) fecha de publicación: Septiembre 1998
"Entre tanta gente soy transparente como el pasado"
Entre tanta gente soy transparente como el pasado. Así reza el estribillo de la ¿mejor? ¿más famosa? canción de Los Brujos, con Miguel Ángel Villanueva al frente. Para mi no hay duda de cuáles son las respuestas: SI, SI. Formó parte del primer LP de Los Brujos ('Sin ver el sol') pero fue publicada previamente en el single 'Soy transparente'.
Es una canción que me llegó tarde y de rebote. Pero cuando la escuché me quedé prendado de los punteos iniciales y de su estribillo. Después de escucharla por primera vez, conseguí el disco y el single y de ahí a buscar la historia de Miguel Ángel Villanueva.
Y la letra: Entre tanta gente soy transparente como el pasado Y no es sorprendente que siga ausente, me he acostumbrado Tus ojos no me vieron ver, a pesar de todo Mis palabras en ti, se perdieron así Tras haber hablado, nadie ha escuchado, qué desatino Cada vez que insisto, nadie me ha visto, es mi destino El tiempo pasa y sigo aquí Fuera de este mundo No lo puedo evitar Todo vuelve a empezar Entre tanta gente soy transparente, como ficticio Guerra permanente en otro frente, sin armisticio Entre tanta gente soy transparente como el pasado Y no es sorprendente que siga ausente, me he acostumbrado Soy transparente, soy transparente, soy transparente
álbum: "Se hacen los interesantes" año: 2004 sello: Grabaciones en el Mar
"Más que a las chicas del Neo 2, que enseñan su ropa interior. Más que a un control de balón. Te quiero un poco más
Ya se puede decir, Fran Nixon es uno de los mejores compositores del pop nacional. La unanimidad al respecto de las bondades de su primer y maravilloso disco en solitario le ha encumbrado a pesar de las reticencias que Australian Blonde despertaron siempre en amplios sectores (entre los que me incluyo).
Su proyecto con Sergio Algora de El niño gusano, extremadamente prolífico e irregular, nos viene dejando dos o tres perlas por disco realmente impagables. De entre todas ellas, esta es mi favorita, con su ritmo constante y sus metáforas imposibles, y con ese final, el más hermoso imaginable:
...quitarnos las caretas... probar a ver que pasa"
Una canción extraña, evocadora y, definitivamente, perfecta.