álbum: "Deseo Carnal"
año: 1984
sello: Hispavox
año: 1984
sello: Hispavox
"Mil campanas suenan en mi corazón
¡qué difícil es pedir perdón!
Ni tú ni nadie,
puede cambiarme"
¡qué difícil es pedir perdón!
Ni tú ni nadie,
puede cambiarme"
Hace poco tenía yo el pedete lucido en un pub de la noche valenciana y encontré la felicidad.
Así como suena. Es fácil, si sabes cómo. En cierto momento de la noche, en que has echado un ojo a algunas posibles presas, sonríes y en ese momento comienza a sonar "Ni tú ni nadie". Se congela la imagen y ves en visión 3D que, en ese momento, todo el mundo está sonriendo. Todo el mundo parece feliz: las niñas que apenas son mayores de edad (no sé si sigue siendo costumbre de las adolescentes salir de casa con ropa más "modosita" y luego cambiarse), las minorías étnicas vendedoras de flores o mecheros, el alcohólico cincuentón y bigotón (no, yo no soy ése, no tengo bigote), las buenorras y los tíos cachas. Todos bailando, cantando y sonriendo a la limón (incluso los que bebían whisky con cola).
Y es que si alguna canción merece el calificativo de redonda es esta (muchas lo merecen, la verdad, pero hay que tirar de tópico). Un guitarrazos iniciales irresistibles, unos arreglos pintiparados, unos "ahhhhhhh" desmayantes y un estribillo demoledor. La felicidad comprimida en 3 minutos y medio.
Alaska y Dinarama llegaron a "Deseo carnal" en su mejor momento. La mesa de tres patas que formaban entonces Carlos G. Berlanga (el auténtico genio, el mejor sabueso de melodías de toda la saga), Nacho Canut (el "sonidólogo" del grupo) y Alaska (la personalidad desbordante, luego la mesa camilla pelirroja) lucía espectacular en aquel 1984, quizás el mejor año de la Movida. Ni antes con Kaka de Luxe ni Alaska y los Pegamoides, ni después con Fangoria, alcanzarían tal grado de excelencia en sus canciones. Quizás sólo el infravalorado Carlos Berlanga en solitario llegó a hacer canciones que hicieran sombra a las de "Deseo Carnal".
Pero la historia real, como la que nos cuenta la canción, terminó de manera amarga. Nos quedamos de todas formas con los dulces que nos dejaron en forma de canciones. Al fin y al cabo, la vida es así: agridulce. ¿No? Autor: Pedro Blasco
mp3: Ni tú ni nadie (mil campanas)
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youtube: "Ni tú ni nadie" en directo.
más información: Sobre Alaska y Dinarama en la wikipedia
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